Me llamo Daisy y he cumplido hace poco tres añitos. Hoy me han dicho que es lunes. Me han vestido y salgo de casa. Voy a la escuela, como todas las mañanas de la mano de mi mama. Ella me dice que soy muy buena porque no lloro y voy contenta. Pero aunque ella piensa eso, la verdad es que yo..., yo estoy segura porque voy con ella.
En la escuela hay más niños que tienen los mismos años que yo y tenemos juguetes, pinturas, plastilina, y la profesora nos quiere mucho. Hoy cuando he llegado me he puesto a la fila para subir todos juntos a clase. Mi madre me ha dado un beso y se ha marchado. No sé cuándo volverá…
Luisito, el niño que está delante mío está llorando. Muchos días llora cuando se queda en la fila. A mí me pone nerviosa aunque trato de calmarle y le enseño una pulsera que tengo pero no parece que le interese. Entonces yo me tapo los oídos. Hay mucha gente entrando y saliendo, y no entiendo nada, es una situación que se repite todos los días y como me han dicho que este quieta…
Parece que ya tenemos que subir todos juntos al aula. Iker prefiere correr por el pasillo y no hace caso a la profesora. Le imitan Josu y Jonatan. Se ríen mucho y gritan de emoción. La profesora ha tenido que ir detrás a cogerlos para que vuelvan a la fila. Les ha gritado y ha dicho que si se portan así de mal no van a pintar ni jugar.
Cuando ha pasado a mi lado yo le he preguntado a ver si me he portado bien porque quiero jugar. Y me ha dicho que sí, que puedo jugar porque me he portado muy bien.
Según he entrado a clase he visto el juguete que tenía ayer y he ido a cogerlo pero la maestra me lo ha quitado regañándome y quiere que me quite la chamarra y me ponga la bata. ¡Esta no se entera de nada, pero si me ha dicho que puedo jugar antes!
Yo le he preguntado ¿Y por qué? Y me ha dicho porque sí y que siempre soy la última todos los días para ponerme la bata. Yo le he dicho que vale y ella se ha sonreído.
Ahora me tengo que sentar porque vamos a pintar. Luisito me ha quitado la pintura roja que yo tenía y cuando he ido a quitársela me ha pegado y muy fuerte. La profesora estaba ocupada repartiendo los materiales y cuando ha visto que lloraba ha empezado a gritar a Luisito para que parase.
A Luisito lo han reñido y lo han puesto en una esquina “para que piense”. Yo quiero ir con mi mama…
Al final me he entretenido con las pinturas y estoy pintando y probando a ver como pinta la pintura en la mesa. Es muy divertido y la mesa entera tiene ahora colores rojos y azules y rosas. La profesora se ha llevado las manos a la cabeza. Me ha quitado todas las pinturas y mi dibujo. Yo me quiero ir con mi mama…
Entonces la profesora ha puesto música y nos ha dicho que luego nos cuenta un cuento. Con la música nos hemos puesto todos a bailar y nos reíamos mucho. Es muy divertido. Cuando mejor nos lo pasábamos ha apagado la música porque dice que es tarde y que hagamos una fila.
Nos van a dar una galleta y luego nos vamos al patio. Josu le ha quitado la galleta a Jonatan y la ha tirado al suelo. Jonatan le ha pegado a Josu. La profesora les ha mirado muy enfadada. Se han parado pero cuando ha seguido repartiendo las galletas han empezado otra vez a pegarse. La profesora entonces ha zarandeado a Jonatan y lo ha puesto al final de la fila sin galleta. ¡Yo me quiero ir a casa!…
El patio es el mejor momento del colegio. Podemos correr y gritar de alegría. Yo me junto con Ainoa y Esther. La profesora ha sacado pelotas para jugar y todos corremos detrás de ellas.
La pena es que el recreo dura muy poquito y ya tenemos que volver a clase. Como hay más niños de otras clases las profesoras chillan más para poner orden. Hay mucho ruido, me molesta mucho. Por suerte he visto un chicle en el suelo. Lo habrá tirado un mayor pero yo ya lo tengo para mí. Qué pena que se lo he enseñado a Iker y se lo ha metido a la boca. Ya me he quedado sin él. ¡Yo quiero ir con mi papa!
Ahora hemos ido al baño y como hay que lavarse las manos me he echado mucho jabón y sale espuma y espuma y espuma,… Elisa se une a la fiesta y al final nos hemos mojado la bata. Nosotras nos reíamos mucho pero la profesora nos ha quitado la bata bastante enfadada. No ha dicho nada pero se le veía en la cara que habíamos hecho algo malo.
Por fin, yo creo que nos vamos ya a casa y he cogido la chamarra pero la maestra me ha dicho que ahora me quedo al comedor. Allí bajamos todos los niños y nos sentamos juntos. Hay mucho ruido. Una cuidadora nos atiende pero a mí no me gusta lo que hay para comer. Jonatan está jugando con la comida y le riñen. Yo me quiero ir pero como no puedo salir hasta que coma todo... pues estoy aburrida mirando…
He oído a un mayor diciendo que lleva ya casi cinco horas en el colegio pero como yo no sé cuánto es diez minutos o una hora lo único que quiero es ir a casa…
Otra vez al patio y todavía queda toda la tarde hasta que venga mi mama a recogerme. Estoy cansada. Esto es más largo que un cuento de nunca acabar.
Por lo menos nos han dejado sacar las cuentas para hacer collares que es lo que más me gusta. Nerea se ha hecho pis y la profesora ha ido a cambiarla. Mientras Iker me ha quitado las cuentas y no quiere devolvérmelas. Menos mal que la maestra al volver se ha dado cuenta y me las ha devuelto.
Por fin ya es hora de recoger todo y ponerse las chamarras. Nos vamos a casa. Ahora estoy supercontenta. Mama y la maestra charlan. Ella dice que somos todos muy buenos en clase y mi ama que voy encantada al colegio pero la verdad es que a ratos estoy entretenida pero a ratos lo daría todo por estar con mi mama. La maestra no para de hacer cosas para atender a todos y preparar actividades y yo paso el tiempo entre añorar a mi mama, jugar, intentar comprender lo que me piden y defenderme de los otros niños.
Y mañana otra vez lo mismo. ¿Por qué no se darán cuenta de lo que quiero?
Y mañana otra vez lo mismo. ¿Por qué no se darán cuenta de lo que quiero?
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