viernes, 20 de febrero de 2015

Desde los genes hasta lo social


“La explicación es un error bien vestido”. Julio Cortázar

Existen preguntas como la de qué es más importante, si los genes o el ambiente, pero esta es una pregunta trampa. Los genes y el ambiente están entretejidos enmarañadamente.

Hay personas que piensan que los genes no tienen nada que hacer en nuestra vida ya que la educación que nos dan los padres y la escuela es lo importante y está por encima de la herencia genética. Estas personas quizás tienen la necesidad de creer en la ilusión de control y huir como de la peste de hipotéticos determinismos. Otras personas, en cambio, piensan de forma contraria y aceptan una inmovilidad, incluso con estoicismo, es ese: “no me extraña, lleva los genes de su padre”. 

Lo que a veces no comprenden, ni unos ni otros, es que tanto lo cultural como lo genético se comunican y pueden ser ambos en interrelación determinante o no. Con el nivel de conocimiento actual no se puede desligar genes-conducta-sociedad. Todo va en el mismo paquete haciendo más difícil o más fácil las intervenciones preventivas, educativas, terapéuticas y sociales. 

Aunque el enfoque bio-psico-social está extendido, muchos hacen más hincapié en lo social. Es como si el pensamiento humano negara lo biológico porque se le escapa. Cualquier exceso de variables intervinientes abruma y por lo tanto se reduce a lo social, algo que es más manejable mentalmente; porque el ser humano es social y eso, en cierta manera, es un mundo más cercano y entendible como actuable.